Editorial: Echenle la culpa a Bond.
Si bien el subgénero del espionaje tiene sus comienzos a finales del siglo XIX (según Salvador Vasquez de Parga en su invaluable libro Espías de Ficción, la primera novela de espías como tal es The Spy de James Fenimore Cooper, publicada en 1821), si a uno le dicen "espías" automáticamente piensa en James Bond y en la década de 1960. También piensa en cocteles elegantes, gadgets estrambóticos, villanos megalómanos, violencia por kilos y, sobre todo, mujeres bonitas y listas para ser seducidas.
Lo que uno no termina de darse cuenta es la CANTIDAD ENORME de material que la Spy Craze de ese período produjo: luego de tener la idea varios meses atrás- de hacer un especial de Super Espías y disponiendo ya de varios libros sobre el tema, un par de búsquedas en librerías de viejo produjo una cantidad enorme de novelas de este estilo. Y eso que no soy un coleccionista obsesivo sino apenas un lector curioso.
Así que, ante tanto material, era necesario un especial dedicado a los espías pop que la Guerra Fría nos dio. No es que no vayamos a hablar de espías anteriores (seguramente habrá un par de sorpresas al respecto) pero el grueso del material estará obviamente relacionado con los espías de ese período.
Teniendo en cuenta además el fuerte impacto que el cine tuvo sobre el subgénero, esperen también mucho más trabajo multimedia (Traducción: mas tutubos y musiquitas relacionadas) en comparación con los anteriores.
No los interrumpo más. Preparen sus martinis secos sacudidos pero no revueltos, sientense y disfruten de este Especial Super Espías. Que como es lógico debe empezar con los créditos de apertura...
ROBERTO
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roberto -
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